domingo, 5 de diciembre de 2010

Amor ciego

En una mañana colorida, en uno de los rincones más destellantes del todo, las emociones convivían en armonía como cada día, hasta que una de ellas grito atrayendo la atención de las demás:

―¡Juguemos a las escondidas! ―bramo “alegría” con entusiasmo

Todas las emociones empezaron a correr para todos lados buscando desesperadamente un escondite…

“Alegría” se escondió detrás de unas rocas aun riendo con emoción.
“Tristeza” se escondió en un foso llorando amargamente.
“Envidia” y “Celos” se peleaban por un escondite en un agujero.
“Miedo” se fue a esconder hasta uno de los puntos más alejados del todo aun temblando de…miedo.
“Dolor” se escondió en un ataúd lleno de espinas afiladas.
“Ira” buscaba un escondite destrozando todo a su paso.
“Odio” estaba escondido en la parte más oscura de un bosque planeando su venganza contra todos.

Mientras tanto, “Amor” buscaba un escondite con desesperación antes de que el juego empezara, hasta que avisto a lo lejos unos arbustos en los cuales podría esconderse, corrió como loca hacia los arbustos, pero casi al llegar a ellos, “Esperanza” se atravesó quitándole el escondite, pero al hacerlo “Amor” tropezó y fue a parar a otros arbustos con enormes espinas, clavándosele unas de ellas en los ojos. Esperanza fue en su ayuda:

―¡Amor! ¡Querida amiga! ¿Estás bien? ¡Eso espero! ¡Como deseo que sea así! ¿Lo estás? ―bramaba Esperanza con culpa.
―Lo estoy amigo mío, pero me temo que mis ojos se han herido… ¡No puedo ver nada! ―dio Amor con pesar mientras sus ojos sangraban.
―Debe haber algo que pueda hacer para ayudarte…se que lo hay…mmm

Esperanza pensó y pensó con la esperanza de encontrar una solución para este problema, hasta que una sonrisa curvo sus labios:

―¡Lo tengo! ―bramo Esperanza.
―¿Cómo? ¿Cómo me ayudaras? ―pregunto el amor ciego.
―Desde este día… ¡Seré tu lazarillo! ―dijo Esperanza alegremente.

Desde el inicio de los tiempos, el amor es ciego…y la esperanza su guía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario