jueves, 18 de noviembre de 2010

Pesadillas

Me soñé soñando que era un soñador,
soñé que vivía mil vidas irreales, insignificantes,
y que descuidaba la que en verdad tenía,
vidas irreales de las que al despertar me canso.

Soñé después con saber lo que debía hacer,
y aun sabiendo no lo hacía,
que sentía que algo era más importante,
que ocuparme de mi vida.

Soñé que me obsesionaba con algo que no tenía,
con algo que aún si tuviera no me serviría,
soñé que una cosa sin vida,
era más importante que mi propia vida.

Soñé que no le tenía miedo a la muerte,
porque no me servía de nada la vida,
soñé que me obsesionaba con lo que no es importante,
soñé preocuparme por las cosas más insignificantes.

Soñé que hacía lo mínimo que podía para pasar el día,
soñé que hacia lo que podía, en vez de lo que yo quería,
soñé que podía tener todo sin dar nada a cambio,
y que no repercutía en ningún acto con mis irresponsabilidades.

Soñaba que no sabía lo que hacía,
y que la duda no me dejaba hacer lo que yo quería,
y ahora despierto y me doy cuenta,
de que puedo lograr lo que sea si no tengo miedo.

Soñaba que perdía todo,
y después me dolía saber que lo extrañaba,
y luego despertaba para darme cuenta,
de que nunca he tenido nada.
Ahora me doy cuenta de que no me pude ver visto a mí mismo,
y de que nunca me he conocido, ¿cómo podría ser ése yo?,
después de mucho meditar, imaginar, descubrir, y vislumbrar,
me encuentro cansado y me he resignado a descansar,
la investigación no trae respuestas, genera más dudas,
ahora trato de eliminar todo lo realmente especial en mí,
para descubrir verdaderamente quien soy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario