sábado, 16 de octubre de 2010

LA FURIA NOCTURNA

Hace mucho tiempo la vida era reinada por la presencia de los dioses, seres de gran sabiduría y omnipotencia.
El líder de todos ellos llamado “El Gran Espíritu” decidió crear vida al planeta azul que actualmente es nuestro hogar.
En el mundo todo era hermoso, había ríos, mares, animales y hombres los cuales embellecían el lugar… todo era perfecto y la raza humana vivía contenta.
Pero todo esto cambió, a mediados de que el hombre iba evolucionando fue creando guerras y destrucción, por lo cual “El Gran Espíritu” decidió asignar a sus cuatro hijos a proteger a la humanidad de su destrucción.
Cada uno de ellos se le había administrado un propósito para crear un balance en el planeta.
Tierra, el más humilde y mayor de todos, fue puesto a cargo del planeta, gobernando aquellos que vivían en éste. A continuación, el segundo hijo y mayor de los gemelos Fuego, lleno de pasión, lujuria y odio, fue el gobernante del centro del planeta, mantenía a los habitantes calientes durante las más duras épocas del invierno… destructor de las creaciones del hombre, causante del fraude y del amor… Su hermano Agua era inteligente y tranquilo, disfrutaba de la vida a un ritmo muy lento… ayudaba a la sed y al regado de cultivos, dominaba los océanos y líquidos del mundo, incluso se le había considerado el creador de la vida entre los seres vivos…
Aire, el más joven de todos, era rápido, desplazándose libre y causando desastres naturales, creando grandes tormentas que ayudaba y destruía a su alrededor…
Después de que sus cuatro hijos fueran elegidos para cada elemento, “El Gran Espíritu” sentía que faltaba algo, los seres que colonizaban el mundo vivían sin saber su tiempo de trabajar y descansar, por lo tanto, creó otros dos elementos… sus hijos más poderosos.
Luz, ser de divina belleza, controlaba el día y todo lo bueno, iluminando el planeta azul con su resplandor.
Sin embargo, lo que tenía de belleza no tenía en el corazón, fue frío y amargo, odiando a todos excepto a sí mismo.
Entre tanto, Sombra, misterioso y guapo, fue el Señor de la Noche, sin embargo no había sido diferente de su hermano, era odiado por todos, dejándolo en la oscuridad eterna.
A pesar de ello, Sombra fue adorador y protector de la vida en la cual no le temían, desgraciadamente eran solo los más bajos de las criaturas. Pero a pesar de su amor por la vida, él y su hermano se detestaban mutuamente y lucharon entre si constantemente, demostrando quien era mejor.
“El Gran Espíritu” decidió enviar su legado más grande y frágil al planeta para detener esta lucha: Espíritu… su creación más bella que haya existido en todo el mundo; poseía el poder de controlar los sentimientos más profundos del alma sin olvidar que era la creadora y destructora de la existencia.
Se decía que si alguno de los dos hermanos se juntaba con la hermosa deidad, reinaría la paz o la destrucción. Luz, siendo frío, intentó utilizar a Espíritu para gobernar el mundo y destruir todo lo que su padre había creado.
Sombra, por otra parte, amaba con todo su corazón a la inocente fémina, llevándolo al acto de crear nueva vida.
Muchas veces, el amo de la noche intentó ofrecer su mano a Espíritu, sin embargo, Luz, siendo más bello prometió protección, engañando así a la deidad.
Sintiéndose rechazado, Sombra, que solo deseaba ser amado, regresa a su reino de las profundidades, penando por su fracaso al no poder demostrar cuanto sentía por Espíritu.
Su padre veía con tristeza las acciones de su hijo, sintiendo que no era justo que sufriera a pesar de ser El Señor de la Oscuridad. Así que decidió mandar llamar a Sombra a su palacio, donde era en el borde del mundo y ningún mortal le era permitido entrar
“¿Por qué rechazas tu deber, hijo mío? Tú y Espíritu podrían crear una nueva existencia si se juntan”
Sombra, quien se encontraba en el borde del elegante lugar, miraba a su padre con un gesto dolido
“¿Por qué debo intentar pelear una lucha inútil? ¿Por qué debo seducir a alguien cuya belleza no tiene límites cuando soy un monstruo?” dijo con un tono deprimido
“¿Sabes por qué fuiste creado, hijo mío?” preguntó su padre amablemente
Sombra estaba en silencio, su tristeza carcomía vulgarmente su corazón
“Te he creado para mostrar al mundo que la oscuridad, no importando que tan profunda y fría sea, posee un corazón… te hice como un demonio porque quería que todos vieran que la verdad, el amor y la felicidad, no es siempre hermoso”
Al haber escuchado esas sabias palabras por parte de su padre, Sombra “El Dios de la Noche” regresa a la Tierra en busca de Espíritu para proponerle su mano nuevamente.
Estando solos, el amo de la noche y la fémina permanecían en un estado de trance sobrenatural, más en el caso de Espíritu, quien contemplaba con afecto los ojos de Sombra, profundos y elegantes como el cielo oscuro.
Sin embargo, ese momento de felicidad es interrumpido por la llegada del día, en el cual Luz era el gobernante.
Sombra, sintiendo como su poder se debilitaba, pide por medio de súplicas a la diosa:
“Espíritu, ven conmigo, mi hermano solo quiere usarte para destruir este mundo y una vez que ya no le seas útil, te desechará como un objeto… yo te amo con todo mi ser y te protegeré a cualquier costo”
En ese momento, la presencia de Luz provoca que Espíritu quedara en un estado indeciso
“No lo escuches, está usando trucos… Él está destinado a vivir en la oscuridad y causar la muerte… ¿Cómo puede un monstruo amar alguien tan hermosa y frágil como tú?” susurró Luz al oído de la fémina
Sombra, impotente a enfrentar a su hermano, toma su forma original, un temible demonio con alas de murciélago que poseía una mirada suplicante y llena de esperanza en la cual Espíritu felizmente acepta.
El Señor de la Oscuridad, viéndose victorioso, toma en sus brazos a la deidad, llevándosela a su palacio, el cual se encontraba en lo más profundo del planeta donde la luz del día no era bienvenida.
Luz, estando cegado por los celos y el odio hacia su hermano, decide acabar con la vida de Espíritu, destrozando la felicidad de Sombra por siempre.
Habiéndose infiltrado en el palacio del Señor de la Noche, Luz encuentra a Espíritu, quien se encontraba acostada en una suave y cómoda cama, la cual era cubierta por hermosas telas de seda y bordados únicos; durmiendo pacíficamente.
Sabiendo que su acto provocaría su condena ante su hermano, Luz entierra una reluciente cuchilla en el abdomen de la fémina, causando su muerte inmediata. El Dios del Día emite una risa, si él no podía tener a Espíritu como su amante, entonces de nadie sería.
Una vez terminado el acto de sadismo, Luz desaparece del lugar dejando el cuerpo de Espíritu inmovilizarse con agonía.
Unos minutos después, Sombra entra a su palacio, solo para ver que su amada había muerto. Desesperado por recuperarla, el amo de la noche va con su padre para pedirle ayuda… sin embargo había llegado demasiado tarde.
Sombra, teniendo el corazón roto por la pérdida de su gran amor, desencadena su furia en el mundo, condenando a cada uno de los cuatro elementos, maldiciendo a su hermano a una vida sin amor de cualquier persona, incluyéndolo, pues los celos que le había consumido para crear un acto de homicidio habían causado que el Señor de la Noche y la Muerte desatara su ira contra todos, llevándolo hacia la perdición.

1 comentario:

  1. Me gusto mucho tu cuento Vero, hiciste que varias imagenes volaran por mi mente desde el inicio hasta el final, en especial en el conflicto entre el Sombra y Luz, me gusto porque me vi reflejado en esa parte, cuando se vuelve un demonio suplicando por el amor de espiritu, de una femina hermosa, como lo eres tu Vero

    ¡Gracias Yeli Prime! ¡Por compartir tu historia con el resto de la manada!

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