miércoles, 29 de septiembre de 2010

¡¡¡Yo soy el director de mi propia vida!!!

...uno, dos, tres, por los soñadores, ustedes, que se esconden tras esos sueños y se pierden; porque también los sueños nos pierden… porque los sueños no lo son todo, ¿Dónde están sus familias? ¿Sus padres? ¿Sus estudios? ¿Sus vidas? No solamente somos escritores o bailarines o actores… también somos hermanos, hijos, amigos, primos, nietos, estudiantes, jóvenes, viejos, seres humanos… somos más, somos alma, somos cuerpo, somos sentidos, somos luz… somos vida, no sueños nada más… somos vida, vida, vida, vida, vida. (Ve la batuta de Ardel.) ¡¡La batuta!! ¡¡El director de la Orquesta!! ¿Tú? Uno de ellos… (La toma.) ¡Qué regalo más hermoso te han dado! (Levanta la batuta.) ¡¡Yo soy el director de mi propia vida!! ¡¡Qué regalo más hermoso nos han dado a todos!! Podemos dirigir nuestra vida, podemos decidir… (Se escucha una melodía. EL hombre del castillo hace que dirige una Orquesta.) Podemos decidir entre una música triste y melancólica o una música cándida, tenue, muy linda, (…) ¿Alcanzan a escucharla? Una música que nos habla de las tristezas del mundo, las señala y las aparta… las aleja de nosotros, nota a nota, los violines nos protegen, nos cobijan con sus cuerdas, con sus giros, con sus sollozos… escuchen, escuchen, como lloran, como nos piden que cerremos los ojos y que comencemos a imaginar un mundo ideal, un mundo lleno de dulces y sonrisas, vida, vida, vida, vida, vida, vida, vida, vida… Yo soy el director de mi vida, el director de mi destino, el único creador de mis sueños, porque a partir de ahora he decidido luchar contra cualquier adversidad y contra cualquier debilidad, para hacer de mis pensamientos un lugar visible, fructífero y real, donde lo empieza todo y nada encuentra su fin, porque yo soy vida y la vida crece y crece… (Le regresa la batuta.)
ARDEL: …hasta volver a nacer.

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La primera vez que leí este escrito, en mi forma humana tan limitada de antes, me parecía un montón de palabras colocadas sin sentido, me parecía un bosque lleno de arboles totalmente extraños, paisajes raros, y plantas con olores y colores desconocidos. Poco a poco fui explorando aquel exótico bosque, y cada vez que me internaba mas y mas en el, me daba cuenta que algo en mi cambiaba. Mi mente, mi cuerpo y mi espíritu se liberaron de aquella jaula de miedo, odio y maldad tomando una nueva forma, aquella en la que soy libre, en la que sonrió sin miedo, en la que se que soy y que quiero ser...

Ahora aquel bosque que antes me parecía un lugar sin sentido de rarezas desconocidas para mí...ahora ese bosque...es mi lugar…un lugar que visito cada vez que me siento derrotado, un lugar donde me libero de los lazos humanos y me envuelvo con aromas y colores maravillosos que me hacen sonreír y liberarme…

¿Pero qué es esto?

Olfateo algo, ¿Qué será?, aquel olor…ese delicioso aroma…tan puro…tan dulce, y aquella melodía…alegre…poderosa…humilde…hermosa…claro, ¡Claro! ¡Son ellos!, mi familia, mis amigos, me están llamando, hasta me permiten olfatear su rastro…

Doy la última mirada a aquel maravilloso bosque disfrutando su bello paisaje por última vez. Siento la transformación acercarse, simplemente me dejo llevar dejando atrás todo vestigio de mundo humano volviéndome lo que soy en verdad, instintivamente me lanzo hacia el encuentro con mi manada, los nahuales.

1 comentario:

  1. ...simple y sencillamente, gracias por tus palabras. De eso se trata todo esto, de compartir. Me sorprenden cada vez más tus escritos. Felicidades.

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